jueves, 30 de septiembre de 2010

Regates y musarañas

Regate. Lance deportivo, generalmente balompédico, que consiste en realizar una finta, o serie de ellas, con el objeto de hurtar hábilmente un balón, o esférico, ante las acometidas del contrario para robártelo a ti.
El burlado, claro está, generalmente tosco y poco comprensivo con tu arte y salero, suele manifestar su opinión acerca de tan innata y grácil habilidad mediante el burdo e incivilizado recurso de la patada o el codazo, tratando de hacer carne en las partes más dolorosas y sensibles de tu anatomía.
Mientras tal sucede, una mitad de la grada celebra vociferante el ardid y la otra mitad te mienta malamente a la madre, o alude a tu escasa inteligencia con cánticos groseros, o pone en solfa a tu mujer con términos injuriosos, cuando no lascivos.
Si sales con bien del trance, te tildan de genio; si la fortuna te es esquiva, de chupón.
Y el pago por la gracia va en consonancia con el calificativo.




Musarañas. Diminutos mamíferos de aspecto risible que no dejan de pasearse por delante de mis ojos cuando mi mujer me pregunta qué puñetas (si está de buenas) o qué coño (si está de malas) estoy mirando.
Si se adquiere el hábito de mirarlos con cierta insistencia, dichos animalitos poseen la extraña facultad de modificar los rasgos faciales de los mirones, dotando a los mismos con cara de tonto de baba.

2 comentarios:

  1. Buenas definiciones, ya lo creo. Supongo que algún día editarás el Diccionario de Elías; sería la bomba.
    Un abrazo.

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  2. En ello ando, Mercedes.
    Ahora sólo falta encontrar un editor también "escéptico".

    Abrazos.

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