viernes, 31 de enero de 2014

Félix Grande (1937-2014), in memoriam


Me entero de la muerte de Félix Grande a través de un mensaje de mi amigo Álvaro Valverde y se me viene a la mente la última vez que estuvimos juntos, va a hacer ya casi cinco años.
Juntos en un estrado de la Feria del Libro de Mérida, yo presentando un libro suyo, él, uno mío.
Todo un honor para mí compartir asiento con este maestro de la palabra y la amistad, un ser lleno de vitalidad y bonhomía.

Reproduzco aquí en su memoria y homenaje el texto que leí en esa ocasión. Él no llevaba nada escrito. Pero cuando empezó a hablar con esa voz tan poderosa y cálida que tenía los asistentes se quedaron prendados de su palabra, de los gestos de sus manos, de su mirada limpia. 
Un recuerdo que llevo indeleble en mi memoria para siempre, palabras las suyas que atesoro en mi corazón.

Titulé aquel texto Fortuna y prodigio:

"Querido amigo, quisiera / que al recibir la presente / te halles bien y que la suerte / te acompañe por doquiera.*
Nosotros bien, gracias a Dios.
Por aquí todo como siempre, deseando que vengas a visitarnos para disfrutar de tu compañía y sensibilidad.
Félix: como hace años que me autorizaste al tuteo y la confidencia, estas líneas son para que no te coja por sorpresa el saber (no sé si te habrán avisado quienes han fraguado este encuentro, son muy astutos) que me han elegido a mí -¡a mí, fíjate que desatino!- para hablar de tu libro.
Si todo el mundo sabe que yo de los libros no hablo. O hablo solo lo justo. Los libros hablan por sí mismos, y este tuyo habla bien alto y bien claro. Y lo hace con palabras limpias y certeras, valientes y justas. Para que todo el mundo entienda y tenga claro lo que dices, cómo lo dices, con qué cariño y contundencia dices lo que tienes que decir. O sea, que yo de los libros no hablo. Yo los abro siempre con la esperanza de que sean ellos quienes me hablen a mí como este tuyo ahora me habla.
Ahora bien: del hombre que lo ha escrito y a quien tanto aprecio, no me duelen prendas el hacerlo; aunque bien saben Dios y Lucifer que la "procesión va por dentro".
Que no duermo, Félix; desde que me dieron la noticia, que no duermo. Y el insomnio (cuestión ésta muy estudiada por los ociosos) no suele hacer buenas migas con el temple de ánimo.
Por eso acaso habrás de notarme nervioso. No me lo tengas en cuenta. No todos los días le dicen a uno que va a estar sentado junto a un maestro de la palabra, junto a hombre bueno, al lado de un maestro sabio y generoso que, además, y dando prueba de esa generosidad, ha condescendido a hablar en público de una gavilla de poemas de un "poeta de provincias", como antes se decía con un cierto desdén.
(Un inciso, Félix: ¿no te parece muy curiosa esta expresión? ¿Acaso no somos todos de provincias, de cualquier provincia, seamos poetas o no?).
De modo, querido amigo, que no me tengas en cuenta ni apuntes en la columna del debe si me aturullo, o me atraganto, o me equivoco. No es más que la falta de sueño aliada con la emoción.
Existen en Mérida dos calles, ya lo sabes, que discurren paralelas y con muy distintos nombres y significados: Calvario y Concordia. Ahora mismo no recuerdo en cuál de ellas naciste en aquellos tiempos sangrientos, heridos por la sinrazón y la barbarie, y que aún (que parece mentira, después de tantos años) supuran dolor.
Pues en una de las dos berreaste por primera vez como un descosido, como todos, que yo creo que berreamos así porque de algún modo intuimos que nunca más estaremos en un lugar tan cálido y apacible como el útero materno, ese paraíso de donde nos expulsan sin contemplaciones y a perpetuidad como si hubiéramos hecho algo terrible ahí dentro.
La verdad es que no importa en cuál de ellas nacieras o crecieras; al fin y al cabo, cada uno nace, y crece, y vive, donde puede o le dejan. La patria, así en abstracto, es un concepto sobrevalorado: la patria de verdad es lo que un hombre lleva pegado a sus zapatos y su corazón, lo que miran sus ojos, el vino que bebe en compañía de sus amigos, el amanecer de sus días, lo que sus labios besan...
Así que lo mismo da Mérida que Tomelloso, Villadiego que la Conchinchina. Pero lo que sí importa es que te has pasado toda la vida con la palabra en la mano y en la boca intentando que esos nombres no volvieran a darse la espalda, que en algún punto del camino, y "más temprano que tarde / sin remedio", como decía la hermosa canción de Pablo Milanés, se cruzaran en un abrazo.
Me pareces, Félix, déjame que te lo diga, la personificación de aquel deseo de "La Pepa", la Constitución de Cádiz, que quería a todos los hombres "justos y benéficos".
Qué hermoso y acertado título le has puesto a este libro: La canción de la tierra. Tan hermoso como esta tierra que canta. Porque la tierra, querido amigo, la tierra no sólo llora de dolor, de hambre, de guerra, de miseria, de traición o muerte. También canta; canta con cada cosa y a cada momento. Canta con el grito de la ballena que amamanta a su cría, con "el silencio de la primera hoja que cae y conmueve de pavor toda la selva"**, con la sonrisa de las mujeres, con el abrazo de los iguales, con el flamenco y el blues, con el tango y la soleá, con el soneto y el versículo, con la pasión sin descanso de los amantes.
Yo creo que hay muchos más motivos de canto que de duelo. Y es por eso que la tierra canta. Y gracias a ello sobrevive, sobrevivimos.
Me despido, maestro, con el deseo de tu buena salud. Pero no puedo dejar en el tintero el encargo de que cuando esta te llegue, y con tu permiso, no te olvides de darles un beso de mi parte a doña Paca y otro a la Guadalupe.
Y para ti este fuerte abrazo, y otra vez las gracias por tu largueza y afecto, por la fortuna de conocerte, por el prodigio de tu palabra.

Tuyo, 
Elías

Coda: siempre me ha gustado esta foto de Félix porque creo que lo retrata a la perfección: elegante, vital y rodeado de libros.

* De un son cubano.
**Lubicz Milosz.



jueves, 30 de enero de 2014

Unos versos de Rojas para Noa



Mi muy querida Yolanda Soler Onís, al acusar recibo de la noticia del nacimiento de mi nieta Noa, me envía unos hermosos versos del poema de Gonzalo Rojas -todo él lo es- Crecimiento de Rodrigo Tomás:

(...)

Mi bien nacido soplo: para ti todo el fuego.
Para ti lo telúrico, lo enardecido. Todo
lo que te haga crecer más lejos que el relámpago.

Tierra para tu sangre. Mar y nieve
para tu entendimiento, y Poesía
para tu lengua.

(…)

Tengo la seguridad -o al menos, la esperanza- de que al maestro chileno no le importaría este “préstamo”.


Gracias, don Gonzalo.
Gracias, querida Yolanda.

miércoles, 29 de enero de 2014

Tres "estrellas" en la Luna




Esta tarde, a las 20.00h, tres estrellas bendecidas y alumbradas por la Poesía -favores y brillo que ellas reparten generosas con sus versos- se harán presentes en el Instituto "Hernández Pacheco" de Cáceres.

Signados con las letras N, Ñ y O de "Luna de Poniente", Carmen Hernández Zurbano, Emilia Oliva y Teresa Guzmán nos presentan sus respectivos poemarios La felicidad lingüística, Cifras de una fracción periódica y Todas las razones para la huida, publicados por la editorial emeritense de la luna libros, que con tanto afán como entusiasmo y acierto dirigen Ana Crespo y Marino González Montero desde hace ya veinte años.

Coda: Carmen Hernández Zurbano, por cierto, es la primera y flamante ganadora del Premio Internacional de Poesía El Buscón con el libro ¿eres okupa?, publicado por Ediciones Liliputienses.

Os esperamos.









"Las formas disconformes" de Jordi (Doce)


Esta tarde, a las 20:00 h. se presenta en el Centro de Arte Moderno, C/Galileo, 52, de Madrid, el último libro de Jordi Doce, Las formas disconformes (Lecturas de poesía hispánica), publicado por libros de la resitencia.
Como actores protagonistas, un estupendo trío de "jotas" que ya quisieran para sí algunos jugadores de póquer: el presentador en sí, José Luis Gómez Toré, el editor, Juan Soros, y el autor, Jordi Doce.
Estas palabras de José Luis Gómez Toré recogidas de su blog acerca del libro espero que os animen a asistir a su presentación: 

"El volumen, que recoge diversos ensayos del autor sobre poesía española e hispanoamericana y cuya lectura no puedo sino recomendar, constituye algo más que una mera recopilación de trabajos publicados. Como en todos aquellos autores en los que la escritura es menos una ocupación que un proyecto no solo estético, sino también intelectual y en buena medida vital (de ahí que, como en el caso de Jordi, la escritura se desborde no solo en distintos géneros, sino a través de estos, desdibujando sus límites), se adivina en cada una de sus páginas una misma mirada, una mirada que quiere ser también (como nos sugiere el título) un ejercicio de libertad personal, un espacio de disidencia." 

Sé que Jordi, con su infinita bondad, disculpará mi ausencia -400 kms. nos separan-, porque sé que también sabe cuánto me gustaría estar allí.
Por las razones expuestas (una por kilómetro) yo no podré asistir, pero aconsejo a quien sí pueda que no se lo pierda. Entre otras razones porque no es fácil ni habitual en estos tiempos encontrar tres inteligencias juntas en el mismo sitio. 
Y menos para hablar de poesía.

martes, 28 de enero de 2014

J.E.Pacheco (d.e.p.)


Si hace apenas diez días nos dejaba el argentino Juan Gelman (1930-2014), ayer lo hizo el mexicano José Emilio Pacheco. Por cierto, ambos vecinos en el mismo barrio del Distrito Federal.

Como tantos y tantos autores, José Emilio Pacheco (1939-2014) llegó a mí de la mano de mi añorado maestro Ángel Campos Pámpano. Un día apareció con un volumen del mexicano, Tarde o temprano, recopilación de su poesía hasta aquel momento. Un volumen de tapa dura publicado por el Fondo de Cultura Económica que compró en Madrid para mí.

Ese libro ocupa un lugar preferente en mi biblioteca desde entonces; a ese libro acudo con frecuencia buscando sabiduría poética, versos plenos de lirismo y compromiso serio con la palabra.

Recuerdo el primer poema suyo que Ángel me recomendó que leyera: Alta traición.

Hoy, en su recuerdo, dejo aquí otro que también me gusta mucho:

Contraelegía


Mi único tema es lo que ya no está.
Y mi obsesión se llama lo perdido.
Mi punzante estribillo es nunca más.
Y sin embargo amo este cambio perpetuo
este variar segundo tras segundo
porque sin él lo que llamamos vida
sería de piedra.

 


viernes, 24 de enero de 2014

La vida de NOA

Quiero compartir con todos mi inmensa alegría por la vida de mi primera nieta, NOA, con estas dos fotografías: la primera, recién nacida; la segunda, 24 horas después.
 
Que los dioses le sean propicios.



miércoles, 22 de enero de 2014

"Esa mirada"



Cuando alguien te mire de “esa manera” y te entregue esa sonrisa, aprovecha la ocasión y no desvíes la mirada; es posible que esté entregándote gran parte de sus sueños.
Y que en ellos, con un poco de fortuna, puedas encontrar un hueco. 
Imagen: mi hija Alba.

martes, 21 de enero de 2014

Vuelo



-Menudo pájaro estoy hecho -decía, orgulloso de su habilidad para escamotearse de cualquier peligro que lo acechara.

-Me largo volando -se despedía también en ocasiones.

-Volando voy, volando vengo -nos soltaba también a veces, flamenco y postinero.

Pero la verdad es que no volaba en absoluto.

Lo pudimos comprobar cuando lo arrojamos desde la terraza: manoteaba torpemente en el aire, sin gracia alguna, justo antes de estamparse contra el suelo en un aterrizaje que podría tildarse de poco ortodoxo.