sábado, 31 de octubre de 2015

"La bajita del rincón oscuro" (un poema de Luis Chaves)

Este pasado martes, en el Salón Augusto del Parador Via de la Plata de Mérida, tuvo lugar la lectura del poeta costarricense Luis Chaves, dando incio con ella al curso 2015-2016 del "Aula Literaria Jesús Delgado Valhondo", actividad impulsada por la AEEX (Asociación de Escritores Extremeños) que en apenas dos semanas cumplirá veinte años de andadura.

Yo había leído de él con asombro y admiración la selección poética La máquina de hacer niebla, publicada por La Isla de Siltolá en 2012 y Asfalto: un road poem editado por Ediciones Liliputienses , también en 2015 y recién reeditado para esta ocasión, y no quería perderme esta oportunidad única de oír alguno de esos poemas en su voz.
Luis reside actualmente en Berlín con una beca del gobierno alemán y en breve regresa a su tierra, así que era ahora o nunca.

Uno de los que más me gustaron fue el del título que encabeza esta entrada, perteneciente al libro Historias Polaroid, y que reproduzco a continuación:

Mamá quería que yo fuera mujer
y que no lloviera nueve meses al año
y que papá la sacara a bailar de vez en cuando.
Pero era más probable amanecer un día con tetas
o un cambio anómalo del clima,
antes que don Luis la convidara a un bolero.

Hace varios años que mi madre dejó de soñar,
hoy aguarda la vejez como un último trámite.
Esa mujer que muchas mañanas
lavó y secó los pies que más tarde
una sola vez bailaron con ella,
se sienta todos los días en las gradas de su casa
a mirar el baile victorioso de la lluvia.
Y para atender mis llamadas,
cada vez menos frecuentes,
ya ni siquiera puede levantarse
por el peso de tanta música muerta en sus piernas.

En la foto, realizada por Pedro Díaz (que va para maestro del ajedrez), y de izquierda a derecha y delante y detrás: Chema Cumbreño, Suso Díaz, Joaquín Gómez, Eladio Méndez, Luis Chaves, el menda lerenda, Antonio Orihuela y... (lamento no recordar su nombre ahora mismo).
Una noche estupenda de poesía y amistad.

viernes, 30 de octubre de 2015

Memoria histórica



Si toda la memoria histórica que hemos echado en el olvido aflorara de golpe, viviríamos rodeados de cadáveres acusándonos con el dedo, preguntándonos por qué.

jueves, 29 de octubre de 2015

Niebla de otoño


“Al atardecer se suspenden, sobre la tierra, los humos morosos del otoño, las lonchas perezosas de la neblina”.

Josep Pla
(Sentencias e impresiones, pág 103)
 


miércoles, 28 de octubre de 2015

"Pequeño testamento" (un poema de Miguel D´Ors)

 
Hace unos días leí una referencia a este poema (lamento no recordar dónde, pero debió ser en uno de los blogs que sigo de manera habitual) y me picó la curiosidad. Lo busqué, lo encontré, me gustó y hoy lo dejo aquí para compartirlo con vosotros.
 
Pequeño testamento

Os dejo el río Almofrey, dormido entre zarzas con mirlos,
las hayas de Zuriza, el azul guaraní de las orquídeas,
los rinocerontes, que son como carros de combate,
los flamencos como claves de sol de la corriente,
las avispas, esos tigres condensados,
las fresas vagabundas, los farallones de Maine, el Annapurna,
las cataratas del Niágara con su pose de rubia platino,
los edelweiss prohibidos de Ordesa, las hormigas minuciosas,
la Vía Láctea y los ruyseñores conplidos.

Os dejo las autopistas
que exhalan el verano en la hora despoblada de la siesta,
el Cántico espiritual, los goles de Pelé,
la catedral de Chartres y los trigos ojivales,
los aleluya de oro de los Uffizi,
el Taj Mahal temblando en un estanque,
los autobuses que se bambolean en Sao Paulo y en Mombasa
con racimos de negros y animales felices.

Todo para vosotros, hijos míos.
Suerte de haber tenido un padre rico.

martes, 27 de octubre de 2015

Tachar


En el gesto de tachar un nombre de una agenda se resume de la mejor manera el abandono, la deslealtad, el olvido, la muerte.
Por tu parte o por la suya, qué más da.

lunes, 26 de octubre de 2015

Pusilánime (3 aforismos)



En cuanto te tildas de normal, dejas de serlo.

*

El pusilánime está siempre conforme pero no sabe con ni por qué.

*

Después de todo, no eres más que aquello que te sucede. Pero también lo que no.