Estoy muy contento, la verdad. Hace unos días Hilario Barrero, poeta, prosista, traductor y, hasta su reciente jublicación, profesor en la City University of New York, me escribió para decirme que había encontrado entre los papeles de su biblioteca algunas cosas mías.
Hilario y yo establecimos contacto hace diez años por mediación de un tocayo suyo y amigo de ambos -Hilario Jesús Rodíguez Gil- e intercambianos afectos epistolares y algunas publicaciones nuestras saltaron el charco en ambas direcciones, entre ellas esas tres plaquettes -HB prefiere llamarlas "cuadernos", aunque en rigor no lo sean- citadas en el título: Poema de los colores, Mi corazón y 3 preguntas zoológicas, publicaciones que yo hacía en mi casa hace años para regalar a los amigos, jugando con tipografías e imágenes.
Él me envió un ejemplar dedicado de uno de sus diarios neoyorquinos, Las estaciones del día, con una cariñosa dedicatoria y una carta ilustrada con uno de sus dibujos. porque también es dibujante.
Y este pasado lunes, tantos años después, Hilario se hacía eco de ellas en su blog, por h o por b, con palabras que le agradezco de corazón. Que, a sus ojos, esos poemas míos hayan aguantado el paso de tiempo en las condiciones que describe, me llena de contento, qué queréis que os diga.
Pinchando en el enlace de su blog, podréis leerlas.
Gracias, Hilario.
Gracias, Hilario.
Encuentros que enriquecen. Si lo sabré yo.
ResponderEliminarUn abrazo a ambos.
Muchas gracias a ti, Elias. El tiempo ha pasado por nosotros, pero no por tu poesia que sigue viva y luminosa. Un abrazo. Antonio, a lo mejor nos vemos en Talavera, Ya te diré. (De un tiro, dos poetas ;)
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