Este pasado martes, en el Salón Augusto del Parador Via de la Plata de Mérida, tuvo lugar la lectura del poeta costarricense Luis Chaves, dando incio con ella al curso 2015-2016 del "Aula Literaria Jesús Delgado Valhondo", actividad impulsada por la AEEX (Asociación de Escritores Extremeños) que en apenas dos semanas cumplirá veinte años de andadura.
Yo había leído de él con asombro y admiración la selección poética La máquina de hacer niebla, publicada por La Isla de Siltolá en 2012 y Asfalto: un road poem editado por Ediciones Liliputienses , también en 2015 y recién reeditado para esta ocasión, y no quería perderme esta oportunidad única de oír alguno de esos poemas en su voz.
Luis reside actualmente en Berlín con una beca del gobierno alemán y en breve regresa a su tierra, así que era ahora o nunca.
Uno de los que más me gustaron fue el del título que encabeza esta entrada, perteneciente al libro Historias Polaroid, y que reproduzco a continuación:
Mamá quería que yo fuera mujer
y que no lloviera nueve meses al año
y que papá la sacara a bailar de vez en cuando.
Pero era más probable amanecer un día con tetas
o un cambio anómalo del clima,
antes que don Luis la convidara a un bolero.
Hace varios años que mi madre dejó de soñar,
hoy aguarda la vejez como un último trámite.
Esa mujer que muchas mañanas
lavó y secó los pies que más tarde
una sola vez bailaron con ella,
se sienta todos los días en las gradas de su casa
a mirar el baile victorioso de la lluvia.
Y para atender mis llamadas,
cada vez menos frecuentes,
ya ni siquiera puede levantarse
por el peso de tanta música muerta en sus piernas.
En la foto, realizada por Pedro Díaz (que va para maestro del ajedrez), y de izquierda a derecha y delante y detrás: Chema Cumbreño, Suso Díaz, Joaquín Gómez, Eladio Méndez, Luis Chaves, el menda lerenda, Antonio Orihuela y... (lamento no recordar su nombre ahora mismo).
Una noche estupenda de poesía y amistad.
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