sábado, 17 de diciembre de 2022

El algodón no engaña (25)

 

¿Es nuevo? No, lavado con Perlán.



Eso, eso… Chocolates Hueso.


viernes, 16 de diciembre de 2022

Hablar con extraños (32)

 


85. He perdido mucho, casi todo. Ya ni atiendo al teléfono porque no oigo nada. Yo sé que aunque me curaran, que no me curarán, nadie me devolverá a Juan Sebastián Bach. Así que no merece la pena que me curen; al menos me ahorro oír estupideces o los infames ronquidos de mi marido.

(En Madrid, en el ambulatorio de la calle Ibiza)

86. Las palomas son malas para muchas cosas, por ejemplo, para el cocido. Y hasta como símbolo de paz o para volar después del diluvio con una ramita de olivo en el pico. Siempre las bajan a tiros, se lo digo yo.

(En el Parque del Retiro de Madrid)

87. A mí me encanta, soy feliz amamantando. Y es como si no diera leche sino un licor de cerezas aunque blanco. Me gustaría dar leche de menta o yerbabuena, ser una verdadera nodriza ecológica.

(A Antonio Pereira y a mí en la maternidad 12 de Octubre, en Madrid)


sábado, 5 de noviembre de 2022

Golondrina del viento

 


Una de las leyendas más encantadoras que escuché en Anad concernía al origen y naturaleza de los vientos, y se lo oí contar a un guía en uno de los múltiples descansos que su pereza le imponía, entre sorbos de vino y comentarios soeces que contrastaban vivamente con lo que allí se narraba. Según la leyendo, no había existido viento sobre la tierra hasta que un día una golondrina emprendió el vuelo y hendió el aire con sus alas, dejando un rastro de perfección inimitable. El aire, herido y orgulloso, quiso imitarla, y echó a volar en su busca, persiguiéndola en vano, copiando su más mínimo gesto, cada nimio detalle de su cuerpo. Una tras otra, las golondrinas emprendieron el vuelo, y allí estaba el aire, dispuesto a seguirlas, dispuesto a imitarlas sin más audiencia que la mudez del cielo. Hasta que un día las golondrinas decidieron descansar, y desde su mirador en lo alto de una torre contemplaron cómo el aire, confundido y nervioso, perdido ya el rastro de su presa, volaba en todas direcciones, empujaba sombras y cuerpos, entraba en cada pequeño resquicio negado a la luz y a los pájaros.

Jordi Doce

viernes, 4 de noviembre de 2022

Canto XXII (Tonino Guerra)

 


Cuando en otoño estaban 
los árboles desnudos,
llegó una tarde  una nube
de pájaros cansadísimos.
Se posaron en las ramas
y parecía que hubiesen
regresado las hojas
a temblar con el viento.

(La miel, 1981)

domingo, 30 de octubre de 2022

Hablar con extraños (31)

 


83. Yo no, pero tengo un hermano que sí es un pensador. Yo le tiro de la lengua y me dice cada burrada... Por ejemplo, ayer me dijo que él habla cuando quiere con el dios de los caballos que tiene pezuñas como los machos cabríos y toca una flauta de caña. También dice que la luna se ve porque es de noche, y que cuando se ve de día es que el tiempo no va a ser bueno para la cosecha de garbanzos.. Yo creo que lo que pasa es que Platón le tiene comido el coco.

(En la Huerta de mi amigo Manolo Guardia, en Torredonjimeno)


84. ¿De quién tenemos que presumir en teatro? ¿Lope, Calderón, Valle Inclán y quién más? De los contemporáneos no digo nada. Quizás Alfonso Sasre, pero está a cien kilómetros de la modernidad. No tenemos un Beckett, ni un Ionesco, ni un Adamov, ni siquiera un Brecht. Arrabal es un figurón mediocre. Hasta los norteamericanos, tan miserables en todo, tienen mejores autores teatrales que nosotros: Arthur Miller, Tennesee Williams, Prietsley. Pero, eso sí, teatrales somos más que nadie en la vida diaria, sin subirnos a las tablas. Sin ir más lejos le pongo como ejemplo a mi mujer. Hoy al despertarse me recitó: Dulce esposo mío, ¿cuándo te vas a morir?

(En La Sala, Málaga, durante un intervalo)


domingo, 26 de junio de 2022

3 antiguos "me acuerdo"

 


Me acuerdo de que el león de la Metro sobrevivió a un accidente de aviación durante un viaje promocional. Cuando tuve noticia del suceso no pude evitar pensar lo de “Siete vidas tiene un gato”.


Me acuerdo de que el Capitán Cook, aquel osado marino avanzadilla del Imperio Británico en los mares del Sur, fue descuartizado por los caníbales.


Me acuerdo de haber podido leer a Kafka gracias a la deslealtad de su amigo Max.


jueves, 26 de mayo de 2022

Hablar con extraños (30)

 


81. Su hermano me dijo que usted me ofrecería casa y comida por un mes o dos, hasta que yo solucione mi problema en este país. ¿Sabe lo que tengo que solucionar? Vengo a ver si me puedo cambiar de sexo. Aquí podrían dejarme preciosa. Hay mucho arte en España. Yo quisiera parecerme a la maja de Goya. A la desnuda, no a la vestida. Hoy la he visto en El Prado.

(En mi casa de la calle Abtao, Madrid)


82. Mi número de calzado es el 41, pero a mí me gustan que los zapatos me estén grandes, así que siempre me los compro del 42 o 43. Pero estos me enloquecieron y me los compré del 38. Para mirarlos de noche, no se crea que para bailar.

(En la estación de autobuses de Málaga)

martes, 26 de abril de 2022

Intérprete

 

Intérprete. Individuo experto en alguna, o varias, de las múltiples lenguas e idiomas que los sujetos comunes somos incapaces de hablar o entender.

Lleva adosado al título el estigma de ser objeto permanente de desconfianza por parte de sus interlocutores, pues, al ignorar lo que traduce, nunca podemos estar seguros de si lo que transmite en nuestro nombre o nos traslada en nombre de otro es en verdad aquello que hemos dicho tanto uno como otro.

Su mayor aspiración es conseguir un empleo bien remunerado en algún organismo supranacional.

En los terrenos teatral, cinematográfico y televisivo, aquellos que dicen ser actrices o actores.

En literatura, traductor, último y peor pagado eslabón de la cadena.


viernes, 22 de abril de 2022

Canto XXI (Tonino Guerra)

 


Las hojas del albaricoquero comenzaron a caer
en julio y siguieron cayendo en agosto y en septiembre.
Nos divertíamos recogiéndolas una por una
y contándolas en voz alta;
uno decía: mil, mil una, mil dos y mil tres
y el otro continuaba: mil cuatro, mil cinco y mil seis.
Era una cantinela que duraba de la mañana a la noche.
Y así llenamos tres sacos.

Pero una mañana mi hermano dejó de trabajar 
por razones que no quiso confesarme;
después supe que se había enfadado conmigo
porque yo, bromeando, le había dicho cretino
por una hoja que no había contado.
Yo había dicho: dos mil dos, y él: dos mil cuatro;
¿dónde había ido a parar la dos mil tres?
Conque, nada, estuvimos diez días sin hablarnos. 
Nos levantábamos dándonos la espalda 
y comíamos con la cabeza agachada;
mientras tanto, las primares nieblas y la llovizna
iban tejiendo un velo de agua fina sobre los abrigos.
Por la noche echábamos en la lumbre aquellas hojas,
un puñado cada uno, y nos quedábamos mirando las llamas.

(La miel, 1981)


domingo, 27 de febrero de 2022

Tragaperras

 

Yo siempre había pensado que aquello era una leyenda urbana.

-Bah, eso son cuentos chinos -respondía incrédulo y mordaz cuando los colegas me decían que sí, que sí, que aquello era para verlo.

-Créetelo -insistían.

Como santo Tomás, hasta que no lo vi con mis ojos y lo sufrí en mis propias carnes no me lo creí del todo. Un día tras otro me dejaba una fortuna en la tragaperras y el que se llevaba la pasta era el chino cuando yo, harto de perder y cabreao como un chino, nunca mejor dicho, me alejaba de la máquina maldiciendo mi mala suerte y cagándome en los muertos pasados, presentes y futuros del cálculo de probabilidades.

Entonces el fulano aquel, que había esperado horas al final de la barra mareando la copa con esa paciencia oriental tan ponderada por los insulsos (la paciencia… pues como todo, según cómo y con quién), se acercaba despacioso a la máquina con esa sonrisilla cargante que tienen todos los amarillos y a la segunda o tercera jugada, clinc, clinc, clinc, clinc, el premio especial, las monedas cayendo en cascada en la bandeja metálica, la puta musiquilla sonando burlona en mis oídos, toda la peña de la barra mirándome con conmiseración y algunos hasta con desprecio.

Mucha casualidad lo del chino, ¿no?

No tuve paciencia para esperar a que me lo hiciera otra vez.

(De, "Hasta que la muerte nos separe", Eolas Ediciones, 2021)