miércoles, 30 de septiembre de 2020

Hablar con extraños (24)



66. No se imaginan lo bien que me vendría echar una bocanada de humo. No de cualquier humo sino de cierto humo africano. Ya se sabe que tengo algo de marica. A mí me gusta que me la metan de contrabando.

(A Guillermo Fernández Rojano y a mí en un bar de Jaén)


67. Yo me sé de memoria el Cantar de los Cantares en la versión de Cipriano de Valera que es la que más me gusta. Para no pasarme de cristiano, todos los días leo algo del Kamasutra. O si no de los poetas chinos, sobre todo a Li Tai Po. También leo los diarios que representan mi lado ordinario o vulgar. Me gusta enterarme de las guerras de cada día y de cómo huele la mierda mundial.

(Un aficionado a las letras en el bar JJ de Jaén)


lunes, 28 de septiembre de 2020

Gallo del hambre

 


En muchos pueblos de Anand es costumbre matar al gallo si canta antes de hora.
Pero el gallo no sabe: nervioso por anunciar el alba, todo le engaña, el resplandor leve de una hoguera lejana, el eco de la luna en los charcos, alguien que en mitad de la noche, furtivo, enciende un candil.
Son gallos de pueblos pobres, gallos que no han podido aprender, y para los que cualquier luz es sinónimo de alba, no importa su palidez, su insuficiencia delatora de engaño.
Son pueblos pobres, pueblos de mala cosecha y sequía perpetua. Por esta razón, en noches de hambruna insoportable, algunos de los más jóvenes se encargan de ajusticiar al gallo prendiendo un árbol o una tea del patio. Su carne aguanta unos días, lo que aprovecha el pueblo para trabajar como nunca, con el empeño que surge y es emblema de la necesidad.
Luego, con el tiempo, caen rendidos en un sueño del que nadie, salvo el canto de un gallo inexistente, puede sacarlos.

Jordi Doce

viernes, 4 de septiembre de 2020

"Inflación" - un poema ¿en construcción?



La mentira repunta con fuerza
en la bolsa de la historia,
la indignidad extiende sus tentáculos
por todos los rincones del ser humano
y sus valores a la baja

como no entendemos qué pasa,
el estupor, el silencio
van ganando adeptos feroces
en su nómina de accionistas
felizmente satisfechos
con sus ruines dividendos

cada vez nos quedan menos palabras
cada vez hay menos que decir
cada vez está más cara la verdad