domingo, 5 de enero de 2014

Selección natural



Con él, desde luego, la naturaleza no tuvo el día.

Ni en lo físico, ni en lo espiritual.

No acertó ni una.

Feo, a fuer de cabrón.

Y yo, estético y moralista como soy, siempre estoy dispuesto corregir sus errores y a contribuir, en la medida de mis fuerzas, a la correcta evolución de la especie.

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