sábado, 7 de agosto de 2010

Colillas y novelas



Me acuerdo de cuando se recogían las colillas por la calle y se fabricaban con ellas nuevos cigarrillos.





Me acuerdo de don Tomás -jamás consintió que le apeáramos el tratamiento-, arisco propietario de una papelería donde se cambiaban o alquilaban tebeos y novelas policíacas y del oeste a dos reales y a peseta respectivamente.

4 comentarios:

  1. Maderemíadelamorhermoso (again) cómo pasa el tiempo ;-).

    Un beso.

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  2. Memorias de otro tiempo, no mejor, en el que éramos más jóvenes: memoria, básicamente, en blanco y negro.

    Un abrazo.

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  3. ¡Cuánta razón tienes, Paloma!
    El tiempo, el tiempo, ese esbirro de la muerte, el más ladino de ellos.

    Un beso.

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  4. Memorias en blanco y negro, Antonio, y en gris, y en algún que otro color más amable.

    Un abrazo.

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