Nace el pájaro de las indecisiones de las entrañas de los espejos y se alimenta de la reflexión y refracción de la luz. Su vuelo es el inicio de toda cristalografía, y su canto filosóficamente pertenece a la exaltación emblemática del yo. Esta ave suele volver de vez en cuando a su espejo de origen, en el que se sumerge y del que obtiene su alimento, amarillentas imágenes de adolescentes perdidos en la búsqueda de su identidad. Y ovan en los brazos de los narcisos y las ofelias que navegan en los ríos de siempre.
Rafael Pérez Estrada
Hermosa manera de definir la duda (O así, al menos, lo veo yo).
ResponderEliminarUn abrazo.