Esta
tarde en Sevilla, si el tiempo (el pronóstico no es especialmente favorable,
hay riesgo de lluvia) y la autoridad no lo impiden (que espero que no),
estaremos bailando tango, no en ninguna esquina sino en una milonga al aire
libre, en la Plaza de España de la ciudad hispalense, organizada y musicalizada
por Alejandra Sabena, una de las grandes de este baile porteño.
Y
por la noche, milonga de gala en el Café Casino, en la Avda. María Luisa, s/n.
Me
acuerdo de que una vez bailé con Alejandra
Sabena en La Maleva, en Badajoz.
La
cursiva quiere decir que fue ella la que en verdad bailó; yo me limitaba a
intentar no pisarla, comido por los nervios, tembloroso como un flan. Espero
que, si no perdonado, al menos haya olvidado mi temeridad.
Alejandra Sabena
Lo
de “Tres esquinas” del título es porque fue el primer tango que ¿bailé? con
Lali recién empezadas nuestras clases de tango, cuando apenas si sabíamos el
paso básico y mínimas nociones de algunos ochos y traspiés. Pero desde entonces
es muy especial para mí.
Tres esquinas
(1941)
Música:
Ángel D´Agostino / Alfredo Attadía
Letra:
Enrique Cadícamo
Intérprete:
Ángel Vargas
Yo
soy del barrio de "Tres Esquinas",
viejo baluarte de un arrabal,
donde florecen como glicinas
las lindas pibas de delantal.
Donde en la noche, tibia y serena,
su antiguo aroma vuelca el malvón
y bajo el cielo de luna llena
duermen las chatas del corralón.
Soy de ese barrio de humilde rango,
yo soy el tango sentimental,
soy de ese barrio que toma mate,
bajo la sombra que da el parral.
En sus ochavas compadrié de mozo,
tiré la daga por un loco amor,
quemé en los ojos de una maleva
la ardiente ceba de mi pasión.
Donde en la noche, tibia y serena,
su antiguo aroma vuelca el malvón
y bajo el cielo de luna llena
duermen las chatas del corralón.
viejo baluarte de un arrabal,
donde florecen como glicinas
las lindas pibas de delantal.
Donde en la noche, tibia y serena,
su antiguo aroma vuelca el malvón
y bajo el cielo de luna llena
duermen las chatas del corralón.
Soy de ese barrio de humilde rango,
yo soy el tango sentimental,
soy de ese barrio que toma mate,
bajo la sombra que da el parral.
En sus ochavas compadrié de mozo,
tiré la daga por un loco amor,
quemé en los ojos de una maleva
la ardiente ceba de mi pasión.
Donde en la noche, tibia y serena,
su antiguo aroma vuelca el malvón
y bajo el cielo de luna llena
duermen las chatas del corralón.
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