sábado, 22 de marzo de 2014

Dos poemas con Beethoven al fondo


Hace unos días mi amigo Jordi Doce me envió un sobre por correo que contenía tres números del suplemento cultural ElCuaderno y un libro -Dualidad. Antología poética-, de una poeta desconocida por mí hasta ese momento, Julia Hartwig. Con ese apellido a cuestas, al pronto pensé en que fuera inglesa o estadounidense. Pero no, resultó ser una poeta polaca.
En uno de los suplementos, concretamente el nº 51, venían publicados los dos poemas siguientes; el primero, de la autora polaca; el otro, de Sebald, de quien también desconocía su vena poética pues hasta entonces solo lo había leído en prosa.
Y la casualidad de que ambos hablaran de Beethoven en sus poemas es lo que me ha llevado a publicar esta entrada. Eso, y el recuerdo del Opus 131 del genio alemán.

El manuscrito

En la casa natal de Beethoven
puede verse, expuesto en una vitrina, un autógrafo del compositor
repleto de tachaduras y correcciones.
Es la carta en la que pide a un poderoso príncipe que acepte
la sinfonía que acaba de concluir.
Ninguna composición de este genio
muestra sobre el papel huellas de un esfuerzo como el que trasluce esta carta,
dirigida al soberano de un pequeño Estado a quien hoy ya nadie recuerda.

(Bonn, junio de 2000)


[De Dualidad. Antología poética, Vaso Roto Ediciones, 2013]
(Traducción de Antonio Benítez Burraco y Anna Sobieska)


Mölkerbastei

La habitación de Beethoven
está ahora ordenada

Los cuadros derechos
las cortinas lavadas

y todas las semanas
se les saca brillo a los suelos

Han quitado sin embargo
el sillón
tras el piano

A pesar de eso viene a veces
de noche y compone algo
de pie

Con prescripción eso sí
de la trompetilla
para oír


W. G. Sebald

(Inédito - Traducción de Xabiero Cayarga)


Os dejo con el 5º movimiento (Presto) del Concierto para cuerda nº 14 en Do sostenido menor, opus 131, de Ludwig van Beethoven.



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