Esta
tarde-noche, me voy con Lali a Badajoz a celebrar el carnaval bailando tango. En
el lugar indicado en ese cartel del final. Con los amigos de “La Maleva”, con
los tangueros de Mérida, con todos aquellos que quieran acercarse por allí -si
disfrazados, mejor que mejor- para recrear una milonga porteña de los años
20-30-40.
Para
ir abriendo boca, el tango carnavalero por excelencia: La cumparsita. El tango más legendario y universal y versionado de
la historia (hay quien habla de cientos, de miles de versiones), que nació como
la letra de una comparsa -de ahí lo de “cumparsita”- en el Río de la Plata en
el ya lejano 1916.
El
letrista fue un uruguayo, Gerardo Hernán Matos Rodríguez, y los arreglos musicales
son del argentino Roberto Firpo, que fue quien la estrenó en público al frente
de su orquesta, aunque al parecer la primera grabación en estudio corrió a cargo del Cuarteto Alonso- Minotto.
(Aquí la podéis escuchar con el sonido original.)
En 1998, La cumparsita, fue designada “Himno popular y cultural” de Uruguay por el Poder Legislativo.
(Aquí la podéis escuchar con el sonido original.)
En 1998, La cumparsita, fue designada “Himno popular y cultural” de Uruguay por el Poder Legislativo.
Esta
que os dejo aquí es una de mis versiones preferidas: la que suena -y se ve- en
los títulos de crédito de la película documental Si sos brujo. Una historia de tango, dirigida por Caroline Neal.
Rodeado
por dos filas de bandoneones y violines y un piano a cargo de jóvenes
intérpretes de la Orquesta Escuela de Tango, el maestro Emilio Balcarce dirige esta espléndida puesta en escena
mientras los bailarines ponen el contrapunto danzante a esas eternas notas
musicales y milongueras en el piso de la Confitería Ideal de Buenos Aires.
Hoy Blogger está caprichoso y no me deja subir el vídeo directamente. Misterios de la técnica. Pero si pincháis en el enlace, podréis ver esa maravilla:
¡A
bailar, milongueros!
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