martes, 12 de octubre de 2010

La jodienda...



...no tiene enmienda.

Lo que no me parece de recibo es esa coletilla final de No se puede transferir.

Porque si al tío lo matan, la Lola se queda sin los seis "porvos".

¿Y qué culpa tiene la Lola?

9 comentarios:

  1. ¡Manda güevos!

    Remito urgentemente el enlace a un amigo historiador, muy involucrado en el tiempo de guerra y posterior período de postguerra y maquis. No sé si tendrá documento semejante. Muy bueno.

    Y, por supuesto, ¿de qué va a tener la Lola culpa? ¡Vamos, hombre!

    Un abrazo.

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  2. A veces, un par de frases en un recibo retratan un tiempo con la precisión de una fotografía y la vida cotidiana alcanza el rango de Historia, así, con mayúsculas. Lo mismo ocurre con una entrada como ésta: tan breve como honda, y con humor. Qué más se puede pedir.
    Un abrazo.

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  3. No te preocupes, yo estoy segura de que la Lola, después del muerto el tío, hace de su capa un sayo, aunque tenga que llevarlo en secreto.
    Saludos.

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  4. Pobre Lola, anda que el documento hubiera sido redactado igual si hubiese sido al contrario. Esto nos da cuenta de que, aunque poco, algo hemos adelantado.
    Saludos

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  5. Ya ves ninguna culpa, pero así es o era la vida...

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  6. Antonio, Daniel, Mercedes, Ada, Madison:

    Aunque la Lola ya estará muy mayor -si es que "la flaca" no ha venido a visitarla-, propongo fundar un club de fans de tan sufrida mujer.
    Cuento con vosotros.

    Abrazos.

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  7. Ostras. Apúntame. Te deja una sonrisa amarga, amarga.
    A veces un trozo de papel es más fiel testigo de una época que miles de crónicas.

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  8. Olga: apuntada quedas.
    Y sí, tienes razón: a veces un simple papel hace inútiles a crónicas e historiadores.
    Éste, desde luego, me parece de lo más significativo.

    Un abrazo.

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  9. He decidido hacerte mi comentario aquí, en el lugar donde duerme la Lola. Por solidaridad con ella.
    Llego de la mano de Paloma Corrales. El lunes hablamos de este blog, de su autor, de su escritura... y prometo quedarme.

    Es un placer indagar entre las tabas.
    Besos,
    Laura

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