el cine de los sábados
maravillas del cine galerías
de luz parpadeante entre silbidos
niños con sus mamás que iban abajo
entre panteras un indio se esfuerza
por alcanzar los frutos más dorados
ivonne de carlo baila en scherezade
no sé si danza musulmana o tango
amor de mis quince años marilyn
ríos de la memoria tan amargos
luego la cena desabrida y fría
y los ojos ardiendo como faros
(De Teatro de operaciones)
Crónica fabulosa de Fernando Pessoa
murió el oficinista
tenía una hinchazón horrible paperas
de diagnóstico turbio un diván
gayo papeles esparcidos
por todos los alveolos de su historia
un hijo de cartón grifos abiertos
que erizaban el vello de los brazos
murió fumando erraba ciertas noches
por claveles de tinta por finos mecanismos
guarnecidos de piel por sellos antigripe
acompañados de un certificado inusitadas
pirámides de polvo hallaron
un orinal debajo de su mesa
postales pornográficas de indescriptible alcance
un libro muy oscuro sobre el maestro eckhart
una alcancía llena de coñac
según los más veraces testimonios
solía mirar al alba los enormes delfines
las joyas y los cuernos que trajeron de goa
una rodela del gran navegante botes de humo
mazmorras para herejes los despuntes
del día le cogían en éxtasis se llevaban
su abrigo de mezclilla su aterrador paraguas
su personalidad que vaya usted a saber
y otra vez -sol muy tibio gaviotas-
lo devolvían a su inútil despacho
mientras doblaban quejumbrosamente
las verdes anclas del almirantazgo
(De Pautas para conjurados)
Antonio Martínez Sarrión
Recogiendo el guante de un comentario reciente, lo bueno de un blog es cuando se convierte en uno de esos lugares donde uno pasa alguno de los mejores minutos del día.
ResponderEliminarIncluso hoy hay algo más que literatura. Porque está la vivencia de hacer cercanas algunas de tus páginas preferidas. Y la palabra, con sus sonidos de papel, se hace carne.
Yo me apunto a calentarme este invierno en esta mesa camilla. Como en los cines de sesión continua.
Sabes elegir, eso es irrebatible, y yo me siento afortunada cada que vengo a tu casa.
ResponderEliminarUn beso.
Muy buena entrada y blog que acabo de recorrer a paso de gorrión. Espero volver con más tiempo y detenimiento.
ResponderEliminarUn saludo,
Laura.
Carlos:
ResponderEliminarComo siempre, tus comentarios alientan reflexiones.
Es verdad; ahora que me lo haces pensar, la elección de los poemas seguramente no haya sido gratuita: el subconsciente ha hecho su labor. Cine y poesía, dos materias imprescindibles en mi formación como persona.
Y encima me regalas ese "mesa camilla".
Un título perfecto para este blog, mejor que el que tiene ahora mismo.
Estoy pensando en cambiarlo, no te digo más.
Alrededor de ella te espero siempre, amigo.
Un abrazo.
Gracias, Paloma:
ResponderEliminarTus visitas, tú los sabes, son siempre recibidas con los brazos abiertos.
Otro para ti.
Laura:
ResponderEliminarAcabo de visitar tu magnífico blog y me he quedado con la boca abierta.
Encuentro en él, además, amigos queridísimos, compinches varios, afinidades lectoras:
Mestre, Olvido, Pizarnik...
Y a mi maestro Viñals.
Este próximo jueves estaré también con Esther Ramón -a quien no conozco aún- presetando el último libro de Viñals en el Círculo de Bellas Artes.
Y otras casualidades, Laura Viñals, como tú, era de Córdoba.
Como mi profesor de tango.
Gracias por tu hermosa visita y permitirme el descubrimiento.
Te enlazo ahora mismo en mi blog para seguirte de cerca.
Un beso.