“El
nacionalismo es como un pedo, que a todo el mundo le huele mal menos al que se
lo tira.”
* * * * *
Uno
de sus múltiples desatinos es el de seguir como borregos en celo un trapo ondeante de variados colores llamado bandera al que otorgan estatuto y facultad de símbolo.
Con
el paso de los años, gracias a su facilidad de contagio y alimentado a conciencia
por el fanatismo, la incultura y la arrogancia, semejante disparate puede
acentuarse hasta extremos inimaginables.
Llegados a este punto de no retorno, suele
acarrear nefastas consecuencias para sus convecinos y habitantes de regiones y países limítrofes y aún de continentes enteros.
En mi opinión, no podría estar mejor definido.
ResponderEliminarAbrazos
Soy tradicional pero me tengo prohibido ser tradicionalista.
ResponderEliminarAcabo de ver un partido de fútbol entre el Almeria y el Barça. Si se independizan tendrán que jugar la liga correspondiente, ¿no es cierto?