miércoles, 30 de marzo de 2016

Sueños



Una vez soñé con un hombre que soñaba con matarme, con hundirme un puñal en el pecho.
Ignoro por qué motivo, cuál sería la causa de aquel odio feroz.
De lo que no cabía ninguna duda era de su determinación a acabar conmigo.
Menos mal que sólo es un sueño, pensaba yo.
Bueno, dos: el suyo y el mío.
De modo que ahora mismo, mientras escupo sangre y busco aire desesperadamente entre agónicos estertores, no sé si estoy soñando otra vez o sigo aún en aquella pesadilla.
O si este cuchillo, clavado en mi hígado, es de verdad, y aquel tipo ha cumplido, por fin, su sueño.
Eso sí, si esto resulta real, y ya que yo no voy a poder si así fuera, alguien debería decirle al asesino que se le ha ido la mano un poco hacia abajo a la hora de clavar. 

Nota bene: este microrrelato se publicó por primera vez el 20 de septiembre de 2011 en el magnífico blog de Juan Yanes, "Máquina de coser palabras".

Imagen: Weegee

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