miércoles, 9 de marzo de 2016

Esa manga vacía


Insospechado producto de un bastonazo a destiempo en una controversia de café (¡ah, la irreductible bohemia fin de siècle y sus enconadas trifulcas!), ese brazo ausente en esa manga como extenuada de la chaqueta de Valle-Inclán cobija y destila en su vaporoso vacío muchísimo más talento que la compleja y pomposa guardarropía de etiqueta de muchos de sus ascendientes, coetáneos y sucesores.

1 comentario:

  1. Benjamín Fernández García09 marzo, 2016

    Leer a Valle es volver a repasar el idioma. Después de leer las pequeñas obras del Retablo de la avaricia, la lujuria y la muerte, me he quedado maravillado. Destaca sobre todo, la riqueza del vocabulario; palabras que ya no utilizamos y por tanto no conocemos. En fin, una aventura deliciosa.

    ResponderEliminar