Shakespeare necesitó una obra en varios
actos, y que acaba en tragedia, para resaltar lo mismo que proponen algunas
coplillas populares en apenas tres o cuatro líneas, versos dichos o cantados
por gentes que en muchos de los casos ni siquiera sabían escribir, analfabetos
de letras pero sabios de corazón.
Verbigracia, las soleares flamencas:
El
día del aguacero,
dime
dónde te metiste
que
no te mojaste el pelo.*
* (Soleá anónima que escuché por primera vez, años ha, recitada en la voz de Félix Grande en la Escuela de Arte de Mérida).
* (Soleá anónima que escuché por primera vez, años ha, recitada en la voz de Félix Grande en la Escuela de Arte de Mérida).
Grande hacia honor a su nombre, entre otras muchas cosas, recordando oportunamente letras flamencas que son como dicen: puro Shakespeare en vena.
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