Escorpiones

1747. Destrucción. (V. también "Picaduras".) Es fácil destruir los escorpiones, huéspedes antipáticos y peligrosos, que muchas veces infestan las habitaciones, en especial en el campo y en las cercanías de los jardines. Basta colocar en los lugares que frecuentan, platos de tierra sin barnizar, anchos y de poca profundidad, llenos de agua; se colocan levantados un par de centímetros sobre el suelo, tapándose con una piedra algo grande, de modo que los escorpiones encuentren el abrigo sombrío y húmedo que tanto apetecen. Se visitan periódicamente esta especie de trampas y se matan los peligrosos arácnidos que en ellas se hayan refugiado.