lunes, 14 de abril de 2014

En boca cerrada...


Hay veces en que es mejor no preguntar. No preguntar nada. Saber cuando mantener la boca cerrada puede convertirse en el mejor ejercicio de supervivencia. Porque hay respuestas que pueden dejarte desnudo, a la intemperie, como en mitad de un desierto, sin brújula y con la cantimplora seca.
Y sólo entonces caes en la cuenta de que ahora sí, tarde como siempre para cualquier posible remedio, estás perdido.

1 comentario:

  1. Y es que ya lo dice el refrán, como bien apunta el título de la entrada. Celebro la vuelta.

    Un abrazo.

    ResponderEliminar