Y es que hay que estar un poco así (en la luna lunera) para sacar adelante todos los días uno de los proyectos culturales extremeños mas longevos y sufridos: desde la primigenia librería emeritense (La Luna) que fundó junto con Ana en 1993 o la revista de creación y la editorial homónimas, hasta la creación de un grupo estable de teatro -una de sus grandes pasiones- o esa aventura poética que es "Luna de Poniente" en la que con su generosidad habitual me embarcó como grumete para navegar junto a él por las procelosas aguas de la poesía.
Sin olvidar que durante años, al mismo tiempo que imparte sus clases de inglés, ha ido llevando por todos los institutos de la región representaciones teatrales acerca de la obra de autores como Quevedo, Machado, Juan Ramón Jiménez, Cervantes, Lorca...
En medio, o junto a ello, su labor como editor (más de cien títulos le avalan), su faceta de autor de relatos (Sedah Street, Diarios miedos, Sed...) o su última y afortunada incursión en la poesía: Incógnita del tiempo y la velocidad.
¡Y encima va el tío y hoy cumple años!
Felicidades, Marino.
Nota: la fotografía se la sacó Pedro Gato (otro que tal) este pasado verano en Cáceres después de hincarnos un café con tostadas.
Yo pronunciaría jincarnos unas tostadas, pero por lo demás, estoy de acuerdo con todo lo que dices, Elías. Y mira que lo dice otro que tal baila (en tu caso, nunca mejor dicho).
ResponderEliminarbesos grandes de una galán sister
Pilar
Vale, Pilar, guapa, te cambio la hache or la jota. pero es que decimos "jincarnos" y parece que nos hemos metido entre pecho y espalda un chuletón de buey con guarnición de papas arrugás y no unas tostaditas.
ResponderEliminarBeso.
Mira, ¿ves lo que pasa? Ya me he "jincao" una p (de papas) en el comentario anterior.
ResponderEliminar