30. Se me ocurre ahora
hablar de los siguientes datos que se refieren a los cinocéfalos. Si uno de
ellos obtiene algún alimento con alguna clase de cubierta -como son las almendras,
las bellotas o las nueces-, arroja esa cáscara, después de romperla con
especial cuidado, y no ignora que lo de dentro es lo que se come y que se tira
lo de afuera. Le gusta tomar vino y se da un hartazgo cuando le ofrecen carne
asada o cocida; asimismo, le resultan agradables las comidas con mucho
condimento y se molesta cuando están mal preparadas. Si se pone alguna ropa,
cuida de ella, y también hace las cosas que he señalado antes. Cuando todavía
es de poca edad, si lo ponen cerca del pecho de una mujer, mama como si fuera
un bebé.
Claudio Eliano (De
natura animalium, libro X)
El hombre es como la gaviota. / Cuanto más alto, más idiota.
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