Desde
Radio Zaragoza de la cadena SER, y dentro del programa “A vivir Aragón”, se emite
todos los meses una sección del mismo a la que me he vuelto adicto sin remedio.
Una
tertulia mensual de cuatro amigos, de cuatro escritores, de cuatro sabios.
Una
tertulia para aprender, zaragozana, aragonesa y universal.
Una
tertulia que se escucha con placer, ágil, llena de humor y complicidad, de
anécdotas sabrosas y divertidas, tiernas y no tanto, de historias a las que
seguir la pista después de apagar el dial.
Una
tertulia celebración de la palabra en la que impera la admiración mutua, la
información veraz, el respeto para el radioyente.
Algo
menos de media hora de conversación inteligente, didáctica y entretenida.
La
conduce Miguel Mena y los compinches son, por orden alfabético, Víctor Juan Borroy, Antón Castro y José Luis Melero.
Hoy,
por ejemplo, hablan de un dibujante y caricaturista, José Cabrero Arnal,
superviviente de Mauthausen, un pedagogo, Tomás Alvira, y un hostelero, Manolo
García Maya, alias Manolo el del “Bonanza”. Todos aragoneses.
La
lástima es que el milagro -no es fácil ni habitual que la inteligencia y el
respeto se unan en las ondas y menos aún en las tertulias- solamente se produce una
vez al mes.
Acabo
de escucharla y ya la voy echando de menos, ya voy contando los días que faltan para la próxima.
Mientras espero me
cabe, eso sí, el consuelo de volver a oír sus voces aquí de nuevo cuando me apetece.
Gracias,
amigos.
La imagen es de un pueblo de Teruel al que Antón hace referencia en la tertulia de ayer.
Que una localidad se llame Libros es casi un milagro, otro, en estos tiempos.
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