Para personas
débiles y sin apetito
“Cuézase
vino tinto con hojas de romero, y bébase una jícara por la mañana, otra después
de comer y una más después de cenar. De efectos maravillosos. Experiencia.
Esta
bebida vigoriza todas las partes del cuerpo, restablece y limpia el vientre,
elimina el humor frío y la opilación, purifica la sangre, cura el temblor de
manos, el cólico, la gota, la lepra y la sarna, al lavarse con ella.
Cuando
amenaza frío, quita las tercianas y cuartanas con sólo beber una escudilla.
Lavándose la cara con ella devuelve la hermosura y le quita las arrugas.
Experiencia.”
Atribuido
a Anicet Lluhí i Ministral
Juan
Perucho (Rosas, diablos y sonrisas,
Espasa Calpe, 1990)
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