jueves, 5 de diciembre de 2013

“Prohibiciones” (Jiři Orten)



Durante la ocupación nazi de Praga, el poeta Jiři Orten llevó un diario dividido en cuadernos, cada uno de ellos signado con un color, donde iba anotando sus impresiones personales, sus sensaciones íntimas ante aquella terrible situación.
Orten murió, atropellado por una ambulancia alemana en las calles de Praga -no le prestaron auxilio al comprobar que era judío ni fue admitido en ningún hospital-, el 1 de septiembre de 1941, el mismo día de su 22 cumpleaños y exactamente dos años después de la invasión nazi de Polonia, hecho que dio comienzo a la II Guerra Mundial.
El siguiente texto, traducido por Clara Janés, lo encuentro en un viejo número doble (7/8, otoño de 1989) de la revista vallisoletana Un Ángel Más.


27 de octubre de 1940

(Prohibiciones)

"Esta noche no lograba dormir, daba vueltas y catalogaba mentalmente todas las prohibiciones que de algún modo, aunque en medida mínima, me tocan. Y como es domingo por la tarde (hace dos días que está nevando y dentro de dos horas me tengo que ir a Košiře) anotaré aquí estas prohibiciones que logré recordar. Y tras haberlas escrito dejaré debajo aún bastante espacio en blanco para las que a partir de ahora se añadirán a la lista. Por desgracia no tengo a mano ninguna fuente en que guiarme y por ello el orden y el número se deben más o menos al azar. Estas son, pues, las prohibiciones:

No puedo alquilar un piso para mí solo.

No puedo trasladarme a vivir fuera de los distritos de Praga I y V y aquí he de vivir siempre como realquilado.

No puedo ir a las tabernas, a los cafés, a las tascas, los cines, teatros, conciertos, exceptuados uno o dos cafés que han sido señalados para mí.

No puedo ir a los bosques de la ciudad.

No puedo alejarme del casco urbano de Praga.

No puedo ir (pues) a mi casa, a Kutná Hora, ni a ningún otro sitio si no es con un permiso especial de la Gestapo.

En el tranvía no puedo subir en el coche del conductor, sólo en el último, y si tiene la entrada por el centro sólo puedo utilizar la parte posterior del vagón.

No puedo comprar en cualquier tienda fuera del horario de once a una y de tres a cinco.

No puedo actuar en un teatro ni desarrollar ninguna actividad pública.

No puedo ser miembro de ninguna asociación.

No puedo frecuentar ningún tipo de escuela.

No puedo tener relaciones con los miembros de la comunidad nacional, los cuales, a su vez, no deberán tener relaciones conmigo. No deberán devolverme el saludo ni pararse conmigo, ni decirme otras palabras que las estrictamente indispensables (cuando voy a comprar algo, etc.)".

(Del Cuaderno graneado)
 


2 comentarios:

  1. "Las Prohibiciones";
    Creo que Elías,quiere decir algo más de lo que dice.

    ResponderEliminar
  2. Que lástima que le gente no recuerde lo que sufrieron tantas personas en épocas de guerra y se empeñen en seguir jugando a quien puede mas...ojalá y ya la humanidad encontrará el camino para vivir todos juntos sin distinción de raza o religión..al fin y al cabo todos somos humanos..besos..felices fiestas..

    ResponderEliminar