Damajuana. De
color verde botella, claro, qué menos, y abultada panza redonda, recipiente de
vidrio forrado de rafia o mimbre que cuando está lleno de lo que debe (léase vino), y no de
otro líquido insípido o aburrido (léase agua), se convierte en deidad adorada de y por los
dipsómanos.
Hace 4 años
ME ACUERDO que con una (llamemos) "damijuanita" (sólo 4 l.) iba yo de pequeño a por vino "tinto seco" a la "Bodega de Vicente", con el dinero justo en la mano, por encargo expreso de mi padre. Más tarde, en mi casa las hubo de 8 y de 16 l., y en ellas nos traían vino del pueblo de mi madre, elaborado por mis tíos... ¡Qué tiempos!
ResponderEliminarGracias por poner en marcha la memoria.
Un abrazo.