miércoles, 26 de febrero de 2014

"Notas sobre Zaragoza del capitán Marlow"


He recibido el libro esta misma mañana después de una anhelante espera.
Con unas cariñosísimas nota y dedicatoria de mano de su autor, Fernando Sanmartín.
Hace apenas una hora le he acusado recibo en un correo y me he puesto a leerlo en mi sillón. 
Ya voy casi por la mitad de sus escasas 72 páginas. 
Para que os hagáis una idea, en apenas seis de ellas (de la 23 a la 28) habla, entre otras cosas, de las plazas y las terrazas de sus bares, del encuentro fortuito con una muchacha burguesa compañera suya de cuando estudiaba en la universidad que se casó con otro porque su novio le daba miedo, de un recital de poesía y del humo en la noche, de su amigo Félix Romeo, de la Fanta de naranja y de Isaac Peral, el inventor del submarino. 
En esas páginas, y en el recuerdo de Fernando, la chica burguesa huele a almendro.
Más que suficiente, me parece, para dejar aquí constancia a vuela pluma de su hermosura, de su exquisita prosa, del cariño que desprende por su ciudad y sus amigos.
En cuanto lo acabe, empezaré a leerlo de nuevo, esta vez más calmado.
Como quien se toma un segundo café con la pausa necesaria y el paladar ya dispuesto por el primero, me dispongo al insomnio gozoso.

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