jueves, 4 de noviembre de 2010

Cuidados paliativos


Me ponía la cabeza como un bombo.

-Me duele todo, decía continuamente, quejoso y lastimero.

-Ya será menos, exagerao, que siempre te estás quejando. Hay que ver qué poco aguante tenéis los hombres. Algo habrá que no te duela.

-Pues sí -respondió con segundas, molesto, señalándose el costado izquierdo a la altura de la tetilla: aquí todavía no me duele.

Fue allí donde le hinqué el punzón del hielo hasta el mango.

Con un hilillo de voz, dijo: -Ya no me duele nada.

Fueron sus últimas palabras.

Y por el tono suave en que las dijo, yo creo que me lo agradeció y todo.

13 comentarios:

  1. ¡Qué "bejtia"!, dicho sea con una sonrisa cómplice.

    Un abrazo.

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  2. Sarcástico hasta decir basta.

    AbrazoTe.

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  3. Buenos dias Elias, necesito que se ponga en contacto conmigo por un tema relacionado con Cuacos de Yuste, no encuentro otra manera que esta de ponerme en contacto con usted. Es urgente, gracias.
    Un saludo
    Agustin Ruzafa Almodovar
    agustinruzafa@mundo-r.com

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  4. La "todalgia" expresa generalmente algo más que dolor físico. Es muy difícil que un mal produzca dolor en todas partes a la vez.

    Por eso, tal vez tengas razón creyendo que "te lo agradeció y todo": dejar de vivir para dejar de sufrir.

    PS: Hay que ver qué trágica me he puesto, con el humor (negro) que destila tu entrada. Ha salido así, otra vez será.

    Un saludo Á.

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  5. Cortar por lo sano, que se dice, Antonio.

    Abrazo.

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  6. Paloma: tal es la intención de estos "micros":
    ironía, sarcasmo, mordacidad...

    Y que algu os -y algunas, aquí no se escapa nadie- se vayan preparando.

    Besos.

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  7. Ángeles: estos "me duele todo" son unos pelmas.

    A por ellos, con todas las consecuencias.

    Con todo el humor (negro o no) posible, eso sí.

    Un abrazo.

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  8. Me parece advertir un verdadero "instinto básico" en esta forma de paliar dolencias. Contundente micro que hace crecer este otro bestiario humano, tan potente, Elías. Un abrazo.

    (No sé si el no del "aquí no todavía me duele", en la línea 9, ha emprendido la guerra por su cuenta.)

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  9. ¡Qué barbaridad! Si querías impresionar con tu relato, lo has conseguido. El pobre...
    Buen micro, con todos lo ingredientes.
    Besos.

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  10. Tal vez al darle en el único sitio que no le dolía, el punzón de hielo hizo el milagro: lo salvó de irse, lo hizo renacer para que nos siga contando más cosas sin tanto dolor.
    Un saludo,
    Ula

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  11. Alfredo: es que los más "bestias" de la naturaleza somos los humanos.

    Corregido ese "no".

    Gracias.

    Abrazo.

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  12. ¡Cómo que el pobre! Un pesao, el tío.

    Hala, ya verás como no da más la tabarra.

    Un abrazo.

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  13. Ula: a lo mejor es como dices, pero te aseguro que yo quería cargármelo con todas las de la ley.
    Pero, ¿quién sabe?.

    Un saludo

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