El crujido de las tablas del piso que gimen
periódicamente con el ritmo lentísimo de un bailarín ingrávido, el chocar de
las polillas contra el sol artificial de las farolas, el sonido del viento
sobre los árboles como risa de muchachas, las involuntarias palabras que se
escapan del sueño para repetir tu nombre.
Hace 4 años
No hay comentarios:
Publicar un comentario