Si fuera cierto
que alguna vez fuimos expulsados del Paraíso (el dedo de dios señalando
implacable el camino sin retorno del sufrimiento, el ángel blandiendo amenazante
la espada y acuciando nuestra salida del mismo), visto como nos hemos
comportado desde entonces en nuestro errar por la tierra, estaría de más
cualquier protesta o reclamación al respecto.
Fue con toda la
razón del mundo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario