miércoles, 26 de noviembre de 2014

Cuando la lectura no consuela


Conforme avanzo en la lectura del periódico, la sonrisa del amanecer se va descascarillando como esas paredes abandonadas que, frente a las inclemencias del tiempo, acaban perdiendo sus colores y prestancia; al terminar la lectura cae, dando paso al horror, la última lasca de optimismo que me quedaba.

Hoy no ha sido uno de mis mejores días.

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