jueves, 10 de noviembre de 2016

Matrimonio, descendencia



El salvajismo y la piedad se casaron y nos tuvieron a nosotros. 
Hemos salido al padre, no cabe duda.  

2 comentarios:

  1. Qué triste esa genética de la barbarie, querido poeta, y cuántos efectos secundarios. Un abrazo desde Rivas.

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  2. Terribles, sí, querido amigo: el ser homano, tomado en su conjunto, cada vez me parece más abominable.
    Menos mal que simnepre hay excepciones. Gran abrazo desde el Guadiana.

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