Hoy he soñado con el viejo Cementerio
Judío de Praga (que no pude visitar cuando estuve allí), con su caos de lápidas sepultadas
bajo la nieve, con sus nombres de sufrimiento y piedra sobreviviendo a la fiera
intemperie.
En un edificio contiguo, tras la ventana
entreabierta de un balcón cualquiera, una mujer cosía y cantaba un aire eslavo,
triste.
Hace 4 años
Muy hermoso el texto del cementerio judío de Praga que he leído y releído y sigo encontrando magia en él, como ante ciertos poemas especiales, redondos. Aunque no se haya pretendido hacerlo así.
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