Así como todo túnel comienza siendo un simple agujero, todo poema se
inicia y sustenta con una humilde palabra. Luego, para llegar sano y salvo al final de
ambos, hay que excavar y escribir, sostener y corregir de firme, con afán y
dedicación. Pero sobre todo, y tanto para el uno como para el otro, lo
importante es saber en qué lugar y con qué herramientas iniciar la perforación, la escritura, para
que no se vengan abajo, así el túnel como el poema, a las primeras de cambio.
Hace 4 años
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