Coro. Gobernado
y aleccionado por un individuo intitulado director, conjunto de personas de ambos
sexos y variada catadura y condición con una a todas luces disparatada opinión
acerca de las virtudes del timbre y armonía de sus voces y una pulsión
irrefrenable a hacernos blancos sufrientes de sus demostraciones canoras.
Con vistas a perfeccionar su arma
preferida, denominada concierto, se reúnen con insana frecuencia para ensayar
sus cantigas, tropos y motetes, cuando no dulces boleros y habaneras que son
masacrados por sus emisiones vocales sin clemencia ni piedad hacia los
hipotéticos oyentes.
Si infantil, semillero de futuros
tormentos para melómanos.
Suelen cometer sus fechorías y desatinos en salas de concierto, auditorios, catedrales...
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