Deuda.
Injusticia cometida contra nosotros por quien, atendiendo a nuestras patéticas
súplicas de antaño, y llevado por una lástima digna de mejores empeños, tuvo la
ingenuidad, o la desfachatez, de prestarnos dinero con la absurda y peregrina pretensión
de que le fuera devuelto en plazo y forma.
Con intereses, por supuesto.
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