En
los últimos días he traído hasta aquí dos curiosos documentos aportados por dos
grandes amigos, Javier Sánchez Menéndez y Antonio del Camino. Hoy traigo otro
(de alcaldes también, sí que le vamos a hacer), digno de figurar en el libro de honor de lo carpetovetónico y lo casposo, que me ha enviado mi querido
Antonio Gómez.
He
tenido que leerlo un par de veces porque no daba crédito.
La
inventiva municipal no parece tener límites para la estulticia.
Es
como si al señor alcalde, mientras se rascaba los mismísimos entre pleno y pleno, le hubiese dado un pronto y se hubiera puesto
estupendo, no me digáis:
“Sí
señor, qué pasa, Mi carro, del gran
Manolo de España. Una música combativa donde las haya”.
Y
una sugerencia, don Carlos, para reforzar su estrategia, a ver qué le parece: cuando, una vez descubiertos,
tengan a tiro a los cacos, para enardecer a la población contra los amantes de lo ajeno no vendría nada mal tampoco el toque de corneta del Séptimo de Caballería o la Cabalgata de las
Valquirias, que acojonan que te cagas.
De
nada.
¡Ah, pues no es mala idea!, dicho sea con retranca y guiño cómplice. Nunca dejarán de sorprendernos ciertas "inventivas".
ResponderEliminarUn abrazo