viernes, 5 de marzo de 2010

Tres hermanos



Me acuerdo de que mi hermana nunca llevaba el pelo recogido en trenzas.

Viernes, 1º de mayo de 1964, feria del Pozo del Tío Raimundo, Vallecas, Madrid.

Miradnos: Isabel, Elías y Marcelo, repeinados y alegres a pesar de esa expresión tan diferente en todos. Recuerdo que mis padres eran hermosos entonces, que el fotógrafo era triste, y que, luego de la instantánea, se alejó de nosotros arrastrando el caballo con una desgana que nos hizo dudar de su pericia.

Tras “veinticinco años de paz”, la gente seguía sojuzgada bajo las botas militares, los castrantes sermones eclesiásticos, y las detenciones arbitrarias de la “secreta” y los “grises”.

El mundo giraba a nuestro alrededor y nosotros sin enterarnos de nada, pensando solamente en que ese día era fiesta y habíamos comido gambas con gabardina, bebido Mirinda de naranja, montado en los caballitos o los coches de choque…

En los cines, Welles y Wilder estrenaban película, el Bernabéu acogía otra demostración sindical a mayor gloria del dictador, debutó en Las Ventas “El Pireo” sin pena ni gloria, y mientras aquí teníamos a Escobar y Farina y ganábamos la Eurocopa ante los rusos con gol de Marcelino, ahí fuera estaban Elvis y los Beatles, había una carrera en el espacio, en los arrozales asiáticos el Vietcong arreaba estopa a los marines…

Pero ahí estamos los tres: gallardos y orgullosos con esos flequillos, la colonia a granel y la ropa de los días de fiesta.


Me acuerdo de mi hermano despertándose de golpe en mitad de la noche.
Sus ojos, en la oscuridad, llenaban toda la habitación.
Yo sólo tenía ojos para sus ojos.



4 comentarios:

  1. Cómo me gusta leerte
    De qué forma haces que me sienta identificada
    Esa foto, en esa foto ¡parezco yo!
    Iba peinada siempre así.
    Ostras Elias que gracia me ha hecho.
    Un abrazo

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  2. Entrañable fotografía y entrañable texto. Todos los de cierta edad tenemos recuerdos parecidos.
    Un abrazo.

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  3. Gracias, Madison, por ese gusto que dices sentir ante mis textos.
    Este lo escribí ex profeso para una exposición que se iba a realizar y que no llegó a buen término. Y mira dónde y cómo ha acabado; haciéndote gracia.
    Pdta: le diré a mi hermana lo de tu peinado gemelo del suyo.
    Abrazos.

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  4. Sí que es entrañable, mercedes. Esas fotografías antiguas tienen esa cualidad.
    Hace un rato me ha llamado un amigo para jurarme que él es uno de los que aprecen en la foto de los autos de choque. No le es, pero él sí se veía ahí. Y es bonito eso.
    Abrazos.

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