martes, 16 de marzo de 2010

Las gafas


Para Luis Sáez,
que las lleva con supina elegancia

¿Tú no sabrás donde he puesto las gafas? ¿Has visto mis gafas? ¿Están por ahí mis gafas? ¿Pero dónde puñetas habré puesto la mierda de las gafas?

Le dije por activa y por pasiva que se operara de una puñetera vez y se quitara el problema de encima, que me iba a volver loca; pero él no, él tenía que seguir haciéndome la vida imposible con su manía de perder las putas gafas veinte veces al día.

Si hasta soñaba con ellas. Yo, quiero decir. Yo soñaba con sus gafas mientras él roncaba como un cerdo.

Se las quitaba todo el rato y las iba dejando por ahí, en cualquier sitio: en el baño, encima de la cama, debajo de la mesa del salón… Donde mejor le pillaba, que es que no tenía ningún cuidado.

Pero cuando ayer, después de tirarme tres horas buscándolas (yo sola, porque él sin ellas no veía tres en un burro), las encontré dentro del frigorífico entre el bote de la mayonesa y el paquete de los yogures, me dio un no sé qué.

-¿Las has encontrado, cariño? -me dijo. Dámelas, anda, que no veo nada.

-Toma, amor, ya verás cómo no las pierdes más -le contesté mientras se las clavaba en un ojo hasta el tornillo de la patilla.

¿Qué en qué ojo, dice?

Ah, pues la verdad es que no me fijé.

¿Eso importa?

7 comentarios:

  1. Pues, efectivamente, veo que siguen cayendo. Y con la misma fluidez y ritmo (literarios).

    Una vez más, un gustazo (eso sí, un poco truculento).

    Un abrazo.

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  2. ¡Madre mía! Ya me cuidaré yo de no pedir a mi marido que me busque las gafas, que, aunque poco, todavía me sirven los ojos.
    Saludos.

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  3. Muy bueno. Primera visita. Me quedo por acá. Buscando las gafas. Un saludo.

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  4. Gracias, Blanco, por tu visita e intención.
    Y que las encuentres.
    Saludos.

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  5. Mercedes: yo soy igualito que ese tipo; pierdo las gafas de continuo.
    Menos mal que mi mujer no abriga propósitos homicidas. hasta ahora, al menos.
    Saludos.

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  6. Pues sí, Antonio, y lo seguirán haciendo.
    Unas veces con truculencia, y otras, espero, con sutileza e ironía.
    Abrazos.

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  7. Jajajajajajajaj, que bueno, el mío está siempre con la gafas perdidas, esta entrada se la enseño como me llamo Lolita, jajajajajajaja.
    Verás como le pone un GPS.
    Que buena la entrada Elías.
    Un abrazo.

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