Atestado.
Aterrador documento oficial cuyo contenido, no obstante su anodina apariencia, puede
acarrear efectos devastadores para tu tranquilidad de espíritu; si tu nombre aparece inscrito
en él ten por cierto que te has visto envuelto en algún altercado o desgracia,
casi siempre muy a tu pesar.
En el ramo del ocio, adjetivo para describir
un recinto lleno de gente hasta los topes, lo que, quieras que no, no deja de
ser un engorro para pedir una copa en la barra. En estos locales, el término
suele ser sustituido con las expresiones coloquiales “Esto está hasta los
cojones” o “Qué mogollón, tú”.
Es ciertamente curioso observar cómo, y
a pesar de la aparente incongruencia de las frases, todo el personal las entiende
a la primera.
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