Letra y música: Ángel Greco
Versión de Alfredo de Ángelis&Roberto Mancini
Anoche en un dulce sueño
me fui a la “Peña del Cielo”
para buscarle consuelo
a mi espíritu porteño.
Puse mi mayor empeño
para poderme elevar,
cuando me llegué a parar
ante un gran portón de acero…
de adentro salió san Pedro
que me empezó a interrogar:
¿Qué hacés por estas regiones?
me dijo todo enojado,
y contesté abatatado:
¡Vengo en busca de emociones!...
Si no tenés relaciones
no vengas a armar burdel,
que está cantando Gardel
en esta “Sagrada Peña”…
si no tenés contraseña
pedile permiso a él.
En un palco revestido
de brillante oro y platame fui a la “Peña del Cielo”
para buscarle consuelo
a mi espíritu porteño.
Puse mi mayor empeño
para poderme elevar,
cuando me llegué a parar
ante un gran portón de acero…
de adentro salió san Pedro
que me empezó a interrogar:
¿Qué hacés por estas regiones?
me dijo todo enojado,
y contesté abatatado:
¡Vengo en busca de emociones!...
Si no tenés relaciones
no vengas a armar burdel,
que está cantando Gardel
en esta “Sagrada Peña”…
si no tenés contraseña
pedile permiso a él.
En un palco revestido
tocaba Roca Tagliatta
Mi Buenos Aires querido.
De pronto se oyó un gemido
que me hizo erizar la piel,
y dentro de un carrusel
su figura destacaba:
era el mago que cantaba,
el gran Carlitos Gardel.
Entre nardos y amapolas
Carlitos volcaba el resto;
lo acompaña el Pibe Ernesto,
Greco, Pacho, Eduardo Arolas;
a un costao formando cola,
Barbieri con Riverol,
y Aguilar con todo amor
vierte su nota sincera Carlitos volcaba el resto;
lo acompaña el Pibe Ernesto,
Greco, Pacho, Eduardo Arolas;
a un costao formando cola,
Barbieri con Riverol,
y Aguilar con todo amor
para que Alfredo Le Pera
vuelque su verso mejor.
Y cuando volví a la vida,
mis ojos volcaban llanto
de rogar por el encanto
de muerte tan escondida...
Y en mi guitarra querida
busqué la nota glacial,
lo sublime, espiritual,
lo enorme de mis ensueños
para darle a los porteños
¡la milonga celestial!
Sabes, Elías, cómo disfruto con tangos y milongas. Gracias por acercarnos estas piezas que no son conocidas (o no tan conocidas), cargadas de emoción, belleza y poesía.
ResponderEliminarUn abrazo.