Banco.
Morada
y sede de vampiros. Gruta siniestra revestida de engañosos oropeles donde Alí
Babá y sus secuaces con corbata y portafolios, tras sus múltiples fechorías
financieras, acumulan y ponen a buen recaudo el suculento botín rapiñado a los
ingenuos impositores que, llevados por esa candidez propia de los menesterosos,
cometen el funesto error de atravesar sus umbrales en procura de auxilio
monetario.
Hace 4 años
¡¡¡Ojú!!! (guiño cómplice)
ResponderEliminarAbrazo a fondo perdido.