martes, 27 de diciembre de 2011

Muñecas ¡qué miedo!


¡Qué repelús me dan -me lo han dado desde siempre, que yo recuerde- esas muñecas vestidas de raso o puntilla y la cara de porcelana, con su inmovilidad de muerto reciente, con sus ojos abiertos sin remedio!
Son como las viejas locas de las películas, con kilos de maquillaje en el rostro y carmín sangriento en los labios, pero jibarizadas y encima de tu cama.
O con esas piernas de trapo o de plástico colgando de los estantes en la oscuridad del cuarto, esperando que despiertes en la noche para suministrarte una buena pesadilla.

1 comentario:

  1. jajajaa de acuerdo contigo...y me lo recordaron este año varias muñecas que les han añadido el movimiento de crecer..son feas..feas con ganas..besitoss..Feliz Año nuevo, Elías

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