Bolero
somos la herida y el bálsamo en la vida de los otros
somos el olor del pan en la noche del hambre
somos el agua que corre hasta el dique de los pantanos
somos el fuego y el humo, la madera que cruje y alumbra
somos la piedra en su exacto lugar, el aire en su vuelo
somos el gazapo y el lobezno, la mantis y el escorpión
somos el ópalo y el rubí, el lignito y la hulla
somos el geranio y la mandrágora, la rosa y el cardo
somos lo que duele curando, el grito y la cicatriz
somos la camada del odio, el fruto de la semilla
somos, sin ser, o acaso siendo, lo que luego seremos
somos un sueño imposible que busca la noche
Elías Moro (17 de abril)
Ilustración: Ignacio Fortún
Bonito bolero, me hubiese gustado escucharlo con música.
ResponderEliminarPor cierto, no ha cambiado mucho tu expresión después de décadas.
Hasta pronto.
¿Nada más que eso somos? ¿Nada más? (Bueno, es que parece que me pedía el cuerpo formular estas preguntas al hilo del bolero, parafraseándolo). Ahora, en serio, creo que has escogido una excelente muestra de tu poesía para seguir enriqueciendo las bondades de esta Cosecha del 59 que nos presentas y que, a la vista está, es para degustar como se merece.
ResponderEliminarUn abrazo.
¿y dónde está ese libro tan violento que busca editorial?
ResponderEliminarLa Boca del Ello
Me gusta mucho ese remate de bolero, que convierte en "bolero a posteriori" todo lo que hemos leído un momento antes. Buenísima la foto, parece que te transparentas todo tú en ese retrato, que es lo mejor que se puede decir de un retrato.
ResponderEliminarUn abrazo grande.