sábado, 6 de agosto de 2011

Mis rubias


A pesar de esos labios fríos como el cristal, un punto agrios, y, al tiempo, tan refrescantes, besan bien, muy bien.

Son todas rubias, fáciles de conquistar, y sus líquidos roces no me faltan a diario.
No me quejo.

Tienen unos nombres, vaya usted a saber por qué, algo extravagantes y exóticos, como de diosas alegres y lujuriosas de alguna saga nórdica, arduos de pronunciar después de unos cuantos de sus besos hechiceros: Voll-Damm, Heineken, Carslberg, Mahou



5 comentarios:

  1. También hay alguna negra... (guiño cómplice).

    Un abrazo.

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  2. A mí también me van esas rubias, frías, me cito con ellas al menos una vez al día. Dicen que es hasta saludable, aunque sean "tontas".
    Hasta la próxima.

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  3. Lo único que no me gusta de ellas es que me den la "Lata"... Por lo demás, benditas sean las Rubias Frescas que se dejan besar la boca y tocar el culo.

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  4. Ahora mismo me voy a darle unos besos a alguna rubia a vuestra salud.
    La "morena" la dejamos para otro día, Antonio.

    Abrazos.

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  5. Pero siempre con moderación. Un rato con ellas puede ser mágico, pero largo rato pueden darnos serios achaques a nuestra cabeza...

    Y cuando más fría, mejor. Lo bien que entran sus besos...

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