miércoles, 5 de abril de 2017

Ventisca


A través del cristal del tranvía, a salvo de la ventisca que azota a los atribulados transeúntes, torpes paraguas y casi inútiles gabardinas, esos ojos con su fulgor mirando a la primavera, ese esbozo de sonrisa como flor de almendro iluminando la grisura, esos pómulos que en su rubor irradian la calidez y dulzor de las cerezas por venir.

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