Como todos los seres con cuernos
son objeto de la humana codicia.
Llamadas unicornios de los mares,
no son más que amables ballenas
amantes de las profundidades
y enemigas tan sólo de las sepias,
de las cuales se alimentan.
Por dos motivos bien distintos
-su carne en un caso, su cuerno
(en rigor, un diente anómalo y excesivo) en otro-,
los esquimales, las orcas,
las odian con ceguera.
De Casi humanos (bestiario) Germanía, 2001
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