domingo, 29 de abril de 2012

Los seres de Maralva (3)


Cribán
Habita toda la ribera del Fangana, desde su origen hasta que vierte en la Mar Tranquila. No se aparta de las orillas de este río más que para dormir, cosa que hace en las ramas altas de los árboles más cercanos a la orilla. Su único alimento son los peces del río, que pesca con la mano, siempre certero. Cuando el temporal enturbia las aguas retuerce los brazos como ramas seca y aguarda que los peces vayan a buscar cobijo en ellos. No todos los que pesca así son de su agrado. Una larga melena azul adorna el cuello de los adultos y rara vez estará sucia o descuidada, pues se esmeran en su aseo. Esta melena amarillea con la edad, siendo en sus últimos años de una blancura de nieve, lo que le da apariencia de fantasma, porque con la edad va cubriéndole todo el cuerpo. El cribán sabe de cestería: trenza tallos que escoge por su flexibilidad y construye con ellos cestas a las que luego no sabe o no quiere dar utilidad. Se complace un instante en mirarlas y luego, dejándolas sobre el agua, las mira alejarse corriente abajo.
Texto e imagen: Javier Alcaíns

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