lunes, 7 de enero de 2019

Canto XIV (Tonino Guerra)



La primavera ha llegado
como un abeja llamando a la ventana.
La Bina se ha quitado las botas y camina
descalza detrás de su  cabra.
El sol se enhebra en la aguja
que tiene entre los dedos la Filomena.
Pinela el campesino ha dicho basta
y ha enterrado la azada.
También mi hermano ha dejado de trabajar
pero, de vez en cuando, se levanta
porque cree escuchar los pálpitos del telégrafo.
Una hierba nueva ha asomado la cabeza 
por entre las costras del patio
para que yo me sienta aún más viejo.
Y yo la he aplastado con el pie
como si fuera una cucaracha.

(La miel, 1981)

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